Esta renuncia de Mekler al humalismo sólo puede decir dos cosas: el partido de la olla se está volviendo más izquierdista de lo que ya es (o sea el camino radical) o Mekler ve un futuro poco prometedor para el partido de Ollanta y decidió salirse justo cuando la oportunidad se le presentó. De todas formas el que pierde es Humala. Vía La República.

Por supuesto, al instante salió el humalismo a negar cualquier relación con partidos de ultra izquierda. Este hecho sumado a la ruptura del Partido Socialista de Diez Canseco sólo apunta a que el gran beneficiado será el que parece ser un outsider, Marco Arana. ¿Acaso ahí se arrimará Mekler?