Corea del Norte ha estado desafiando en los últimos días a la ONU al hacer pruebas diarias de lanzamientos nucleares. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas solo ha podido asegurar que las actitudes de Pyongyang,y de su régimen comunista, tendrán sanciones.
La respuesta de Corea del Norte fue rápida y altiva, si la ONU los sanciona sólo podrán tomar una actitud defensiva y tendrán que anular el acuerdo amnisiticio de 1953. Lo que significaría más pruebas nucleares a nivel de continentes.
La situación es tan crítica que hasta su aliado China lo ha criticado. Pero, para vergüenza de los cinco miembros del Consejo de Seguridad, Corea del Norte tuvo razón al llamarlos hipócritas. Hildebrandt amplia la doble moral de estos países:
Estados Unidos tiene 6,000 cabezas nucleares montadas en dispositivos de largo alcance. Esos son los límites del tratado Start, vigentes hasta diciembre del 2009.
Según expertos los lanzamientos nucleares de Corea del Norte son casi similares al de Hiroshima. Sin embargo, Estados Unidos posee bombas 20 veces más destructivas. ¿Y la amenaza no son ellos? La regla de la medición es muy desigual y, por supuesto, inmoral.
No debería importar cuán dañina es una bomba nuclear, claro está, pues al final la radiación y la explosión causaran desastres colosales y las bombas, sin importar territorios, solo significa muerte.
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