El protagonista de una de las fotos más representativas del resultado de la masacre terrorista, representante de la masacre de Lucanamarca murió el día de ayer por causas aún muy sospechosas.

Resulta que el señor Edmundo Camana se encontraba mal de salud, necesitaba ayuda especializada. La congresista Juana Huancahuari recurrió a la comisión de derecho del Congreso para que se le prestase ayuda y es aquí en donde empieza todo.

Unas semanas atrás el congresista Edgar Núñez había cuestionado la veracidad de la foto que se le había tomado al Señor Camana, ya sea por buscar notoriedad o por el motivo que fuera, este congresista representante de Ica se creyó el abanderado de la verdad y quiso descubrir una supuesta falsedad. Sus cuestionamientos no tenían base así que cayeron en saco roto.

El señor Camana se encontraba en el Instituto de Ciencias Neurológicas cuando el día 20 de marzo a las 8.30 pm es retirado del nosocomio a solicitud de su sobrino, Raúl Jiménez Camana, aprista; y es entregado al congresista Edgar Núñez quien lo traslada a la Clínica del Hospital Militar. Cinco días después el señor Camana muere a causa de un edema cerebral y pulmonar.

¿Cómo es que si el Instituto de Ciencias Neurológicas afirma que el sistema cardiovascular del paciente es estable, que sus nervios cerebrales se encuentran conservados; cinco días después el señor Camana muere de un edema cerebral y pulmonar?

¿Qué fue lo que realmente pasó con este señor símbolo de la violencia terrorista? Aún no se sabe.
Pobre señor Camana, aún ahora, muchos años después fue víctima de la violencia, ésa que aún persiste y se manifiesta en sobrinos como Raúl Jiménez o congresistas como Edgar Núñez.

Hoy el señor Camana fue enterrado en Villa María del Triunfo, lejos de su tierra, de su familia. ¿Y la verdad? Quedará al igual que las causas de los edemas: en estudio.



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