Meses de paro, tomas de carreteras, estados de emergencia, represión en la selva, estados de insurgencia de 24 horas, y manipuladores políticos por todos lados; y, por fin, parece acabarse. No de la mejor manera. No mediante un diálogo que las comunidades nativas pidieron desde el inicio del paro y que el gobierno no aceptó, ningún lado quería al final, ninguno quería mostrar debilidad y no lo hicieron. Así que el Congreso armó la Comisión y derogó el Decreto Legislativo 1090.

Una buena señal para las comunidades nativas ya que finalmente el gobierno accedió a algunos de los puntos que reclamaban, pero las declaraciones que salieron después de esta decisión parlamentaria no ayudan a que el clima mejore. El presidente del congreso, Velásquez Quesquén, dijo que "el Congreso actuó presionado por las circunstancias". El ministro del Medio Ambiente, Antonio Brack, aseguró que "esto sería un desastre por que comprometería el TLC con Estados Unidos y seríamos visto como un país poco serio".

Es decir ni el ejecutivo ni el legislativo están contentos con la norma. Pero en su momento el mismo decreto fue cuestionado por el Colegio de Ingenieros del Perú:

Esta decreto no sólo violó la constitución sino el convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo que señala que se debió haber llevado una consulta antes. Ahora si bien es cierto que se ha hecho un avance, es más necesario que se lleve el diálogo sin que ninguna de las dos partes se excuse, sólo así se pondrá fin a este embrollo.